jueves, 25 de agosto de 2016

Microrrelato serie mujeres


LA LLAMADA DEL DESTINO

¿Crímenes perfectos? Claro que los había, todos los no desvelados, y ella, ella había cuidado cada detalle: la denuncia interpuesta hacía veinticuatro horas en comisaria, los dos billetes de avión con destino a las islas Fiji donde tenían previsto pasar un mes de vacaciones, hasta la noticia infalible de su embarazo, "ya ve qué desgracia, inspector, justo ahora que esperábamos un bebé". Bajo una estudiada aflicción, la ex top model contestaba a las preguntas del sabueso Solís, "sí, señor, en abril hizo tres años que nos casamos. No, salvo ésos que le digo que le querían comprar la finca de La Solana, no tenía enemigos", cuando tras el armario empotrado del lujoso ático en el que vivían sonó, como venido de ultratumba, el "ta ta ta tá" de la Sonata de Otoño de Vivaldi, a la que su estúpido y rico y ya entrado en años marido, se había aficionado en los últimos meses. La llamada del destino, le llamaba él a a esta composición. En su estricta meticulosidad por hacer desaparecer todas las pruebas, los sicarios que había contratado le habían emparedado con todo lo puesto, incluido su móvil de última generación.